La ignorancia de Andrés Manuel / Vale al Paraíso

En el tercer debate presidencial López Obrador se la pasó rapeando con “la corrupción”. Me recordó al borracho que después de algunos tragos consumidos repite el fraseo hasta aburrir a los compañeros de parranda, pero además, sus dichos esconden la intención de manipular al electorado con falsos argumentos y mentiras viscerales, sin ofrecer el contexto de sus aseveraciones, para distorsionar las historias narradas.

A la acusación de que quiere echar abajo la reforma educativa para regresar al perverso esquema de entregar las plazas docentes a los cuates, las comparsas, el clientelismo partidista, las franquicias sindicales y los aliados de la satánica CNTE —ladrones de gasolina—, el candidato de Morena responde con el gastado villancico primaveral: “El único que vende plazas es el secretario de Educación, que es de ustedes, de la mafia del poder. Ese vendió la plaza de toros de Aguascalientes cuando fue gobernador”. Como ebrio de taberna de mala muerte, repitió lo expresado una y mil veces, en la plaza pública de Aguascalientes el lejano sábado 10 de febrero, por ejemplo.

Los inútiles hermanos zacatecanos, Ricardo y David Montreal Ávila, dueños de la franquicia de Morena en la entidad, debieron advertirle a ya saben quién de la existencia en Aguascalientes de un tigre dispuesto a soltarse a la menor provocación.

Otto Granados respondió de inmediato en su muro personal de Twitter: Un gobierno exitoso, eficaz y decente como el mío (aunque duela) no tenía porqué mantener con recursos públicos de todos plazas de toros privadas para unos
cuantos. Muy distinto es traficar, vender, heredar o rentar plazas docentes que es lo que quiere. Muy simple
.

Y agregó:

Datos duros vs. Mentiras”. Aquí van. Sexenio 1992-98:
*Crecimiento: 6.81 anual.
*Nuevos empleos: 51 mil 291 (15%/PEA).
*Deuda pública: 714 mdp en 1992; 177 mdp en 98; liquidez en caja, 215 mdp.
O sea: superávit.
*Aprobación de gobierno: 72%.
*Competividad: 1er lugar nacional en 37 indicadores.

Aunque debió añadir que el gasto de inversión pública total de su administración se incrementó de 1993 a 1998 en 365%. Esos recursos alcanzaron una cantidad de 10,256 millones de pesos con los cuales se realizaron 8,460 obras.

El lunes 10 de abril de 1995 se firmó la venta de la plaza. Han transcurrido 23 calendarios. Por primera ocasión los nacidos en aquel año acudirán a las urnas para elegir al Presidente de la República. Vale la pena recordarles el contexto en que se dio la bendita transacción de la Monumental, el elefante blanco medio utilizado por los aguascalentenses durante la feria abrileña, solamente.

En Hidrocálido, el 6 de agosto de 2004, Otto Granados escribió, a propósito de “La última feria de don Roberto Díaz Ruiz”, que su gestión inició en 1992 con una deuda pública total de 714 millones de pesos, de los cuales 571 eran del Gobierno del Estado y sus organismos descentralizados, entre ellos el Patronato, el cual debía entonces más de 40 millones de pesos a BANOBRAS, BANCOMEXT y el Banco Internacional (hoy HSBC) por la construcción de la Expo Plaza —que costó 69 millones de pesos y fue un gigantesco fracaso financiero y comercial para el erario—, y por la ampliación de la Plaza de Toros, que costó 28.5 millones y fue un genuino ejemplo de populismo e irresponsabilidad.

Cuando ocurrió la crisis de 1994-95 y las tasas de interés se elevaron a niveles cercanos al cien por ciento, dichos créditos representaron para el gobierno estatal —es decir, para los contribuyentes— una sangría brutal en términos económicos y una distracción de recursos que podrían haberse invertido en educación, salud, cultura o seguridad, sectores que en sí son responsabilidad del Estado.

La ignorancia supina de Andrés Manuel le lleva a decir sandeces; florece por la falta de preparación, conocimiento y total rechazo a la lectura, de lo contrario, se habría enterado que dos de las políticas públicas ejecutadas en el sexenio del gobernador Granados Roldán —educación y desarrollo económico—, son estudiadas ahora como modelo en la Universidad de Cornell, en la Escuela de Negocios Thunderbird, y en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard, tres de las mejores instituciones de educación superior en el mundo.

López Obrador quiere regresar al nacionalismo trasnochado. Pretende que el gobierno sea dueño, nuevamente, hasta de una fábrica de bicicletas, como ocurrió en el siglo pasado, durante las administraciones “revolucionarias” de
Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo. Hágame el cabrón favor.

Porque alguien debe de escribirlo: Pues sí, yo tuve un Padre muy padre.

marigra1954@gmail.com